Cuento Juan y las habichuelas mágicas


Darg Calvo
Revisado por Darg Calvo
Licenciatura en Comunicación Audiovisual

En una humilde aldea había un joven llamado Juan, que vivía en una pequeña casa en el campo con su abuela María. Corrían tiempos difíciles, pues una larga sequía había devastado todas sus cosechas. Aún así, Juan y su abuela eran conocidos por su generosidad. ¡Siempre estaban dispuestos a compartir lo poco que tenían con quienes lo necesitaban!

Un día, Juan se encontró con un hombre misterioso en el bosque. El desconocido le dijo al joven que tenía un regalo muy especial para él: un paquete que contenía un puñado de semillas de judías que, si se plantaban con cuidado, darían lugar a algo extraordinario.
Sorprendido pero entusiasmado, Juan dio las gracias al hombre y se apresuró a volver a casa con el exótico regalo. Dentro del paquete, unas mágicas semillas de judía brillaban con una radiante luz verde. El niño se las enseñó a su abuela.

Doña María, aunque escéptica al principio, acabó contagiándose de la emoción que reflejaban los ojos de su nieto y accedió a plantar las semillas en el patio. Sin embargo, para su sorpresa, en cuanto las semillas tocaron el suelo, un inmenso tallo de judías comenzó a crecer rápidamente, enrollándose como una larga trenza alrededor de la casa. Juan y su abuela contemplaron asombrados esta increíble transformación mientras la planta crecía hasta llegar a las nubes.

Decididos a explorar lo que había allí arriba, los dos empezaron a escalar la judía, poco a poco, cada vez más alto, ayudándose siempre, como era su costumbre. Finalmente, llegaron a un mundo mágico en las nubes, lleno de colores brillantes y criaturas amigables.

Allí encontraron un hermoso castillo donde vivía un gigante muy simpático y agradable llamado Hugo.

A diferencia de lo que se dice de los gigantes, Hugo no era feroz, sino amable y generoso. Vivía en el castillo con Oscar, su ganso mascota que ponía majestuosos huevos de oro.

Cuando Juan y su abuela le explicaron la difícil situación en la que vivían, Hugo se sintió profundamente conmovido y no se lo pensó dos veces. Decidió regalarles el ganso mágico.

Juan y doña María no se lo podían creer. Con lágrimas de alegría, bajaron de la montaña con el ganso bajo el brazo, soñando con la nueva vida que tendrían. Se llevaron a Oscar a casa, y los huevos de oro contribuyeron a mejorar sus vidas y las de todos los habitantes de la aldea.

Juan y las habichuelas mágicas

Moraleja del cuento 📚

La generosidad de Juan y doña María, a pesar de su pobreza, trajo recompensas inesperadas. Aprendieron que compartiendo lo que tenían con los demás, no sólo ayudaban a los que lo necesitaban, sino que también recibían el apoyo y la amistad de los demás. Esta historia nos enseña la importancia de la generosidad, la empatía, el apoyo mutuo y el trabajo en equipo, y cómo estas virtudes pueden traer recompensas inimaginables.

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Darg Calvo
Revisado por Darg Calvo
Licenciatura en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Burgos (2014). Crea contenidos online desde 2017.
Naiana Carvalho
Editado por Naiana Carvalho
Graduada en Pedagogía desde 2011 y especialista en Psicopedagogía por la Universidad Estatal de Ceará, trabaja en la creación de guiones para películas institucionales y publicitarias desde hace más de diez años.