33 frases para madre fallecida que expresan un amor eterno


Equipo editorial de Pensador
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Una madre puede serlo todo, y su presencia y amor incondicional nos guían y nos protegen a lo largo de la vida. Su importancia es profunda y crea un vínculo que perdura a lo largo del tiempo. Hemos preparado algunas frases para dedicarle a una madre que falleció que pueden servirte de ayuda en estos momentos difíciles.

Madre, ya no podré escuchar tu risa pero tus recuerdos seguirán resonando dentro de mi para siempre.

Recuerdo cada día a mi madre que está en el cielo, y sus enseñanzas están presentes en la persona que hoy soy.

Miro al cielo y te pienso mamá, porque te extraño y porque desearía que nunca te hubieras ido de mi lado.

Tu rostro, tu sonrisa y tus palabras permanecerán siempre en mi memoria. Descansa en paz, mamá.

Tu rostro, tu sonrisa y tus palabras permanecerán siempre en mi memoria. Descansa en paz, mamá.

Mamá, ahora estás en el cielo y tus abrazos pueden haberse ido, pero tu calidez permanece junto a mi.

Cada estrella en el cielo lleva consigo un pedazo de tu luz, recordándome que siempre estás presente, incluso en la oscuridad.

Mamá, el tiempo puede llevarse tu presencia física, pero nunca podrá desvanecer el impacto de tu amor en mi vida.

La vida acabó para ti, mamá
pero sé que si miro al cielo
te podré encontrar
y sentir tu calor,
ese que siempre me acompañó.

Madre, tu legado no es solo el eco de tus palabras, sino el latido eterno de tu amor en cada latido de mi corazón.

Mamá, tu presencia en mi vida fue hermosa, y aunque te has ido para siempre, una parte de ti permanecerá a mi lado también para siempre.

Mi madre falleció pero sigue siendo mi guía y mi inspiración.

Mi madre falleció pero sigue siendo mi guía y mi inspiración.

Mamá, en cada amanecer sin ti, descubro que la luz de tu amor sigue iluminando mi camino.

Ya no puedo abrazarte mamá, pero el recuerdo de tu amor me sirve de consuelo en estos momentos.

Hoy escribo a mi madre que está en el cielo con todo mi amor, con mi admiración y con el orgullo de haberla tenido. Siempre te amaré.

Lo mejor que tuve en la vida fuiste tú, mamá. Te extraño y aún me estoy haciendo a la idea de que falleciste.

Mamá, gracias por habernos dado tanto en vida, tu generosidad siempre me inspirará.

Mamá, ahora estás en el cielo pero tu recuerdo me sigue sosteniendo.

Mamá, ahora estás en el cielo pero tu recuerdo me sigue sosteniendo.

Te pienso y te extraño cada día desde que te fuiste, mamá, sé que un día lo superaré pero también sé que nunca te olvidaré.

Toda mi admiración es para ti,
una mamá valiente,
que marchó antes de lo previsto
pero que dejó en mi corazón
todo su amor.

Gracias por darme herramientas para la vida, por educarme con amor y por confiar siempre en mi. Te amo, mamá.

Fuiste una buena madre, cuidadosa, cariñosa y preocupada, y aunque ya no estés aquí, sigo queriendo parecerme a ti.

Mi mamá falleció pero su amor sigue floreciendo en mi corazón.

Mi mamá falleció pero su amor sigue floreciendo en mi corazón.

El tiempo puede pasar pero tu recuerdo siempre permanecerá porque fuiste la persona más importante de mi vida, mamá.

Aunque ahora estés en el cielo, tus palabras de aliento en momentos difíciles aún me acompañan, mamá.

Aunque no pueda tocar tu mano, siento tu presencia en la calidez del sol que acaricia mi piel, como un abrazo desde el más allá.

Madre, eres como un faro que ilumina mi camino, recordándome que tu amor es una luz que nunca se apaga.

Lloré mucho cuando falleciste, mamá, pero de mis lágrimas saqué la fuerza para continuar, tal y como tú me enseñaste cuando vivías.

Mamá, no dejaré que nada ni nadie borre tu recuerdo, sé que me ves desde el cielo y quiero hacer que te sientas orgullosa de mi.

Madre querida, aunque tu partida dejó un vacío en mi vida, también dejó un legado de amor que nunca se desvanecerá.

Guardo conmigo todos los momentos que viví a tu lado, mamá, y hoy le grito al cielo que te amo.

Mamá, no me olvido de ti y nunca lo haré. Gracias por tu bondad y por todo lo que me diste en vida.

Mamá, no me olvido de ti y nunca lo haré. Gracias por tu bondad y por todo lo que me diste en vida.

Mamá, nada puede ocupar el espacio que llenabas dentro de mi, todo es más difícil sin ti. Te extraño cada día.

Madre, me despedí de ti y fue doloroso, y ahora no hay día que no mire al cielo y te recuerde con todo el amor del mundo.

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