¿Cómo expresar lo que sentimos por nuestros hijos? La emoción es muy fuerte, y aunque a veces las palabras pueden parecernos insuficientes, siempre es hermoso poder expresar lo que estamos sintiendo Hemos preparado 6 cartas que te ayudarán a transmitir lo que está dentro de ti a tu hijo pequeño, hijo adolescente e hijo adulto.
Cartas a mi hijo pequeño
Hijo mío, llevarte en mi barriguita durante 9 meses, y ahora poder convertirme en tu mamá, es el mejor regalo que Dios me pudo dar. No hay nada más importante que tú en mi vida en este momento, y tenerte entre mis brazos me hace sentir la persona más feliz del mundo.
Me paso las horas mirándote, observando cada uno de tus movimientos y no paro de pensar en que nunca vi nada tan hermoso, y que nunca amé tanto a nadie. Sé que mi misión en la vida es cuidar de ti, proteger tus pasos, acompañarte, enseñarte y mostrarte el mundo, que está lleno de posibilidades. Quiero darte todas las oportunidades posibles, que seas tú quien elija el camino y que tengas siempre presente que yo estaré aquí para acompañarte porque nunca te faltará mi apoyo.
Sea como sea, naciste hace poquito, y recién comienzas la aventura de la vida, y aunque seas muy chiquito, ¡no sabes cuanto me inspiras!
Hijo mío, hoy me detuve un tiempo para escribirte esta carta, para sacar de dentro todo este sentimiento de amor que es más grande que el universo. Sé que eres pequeño, y aún no podrás leerlas, pero lo haré yo por ti, y cuando crezcas podrás hacerlo tú mismo. Así podrás conocerme un poco más y no tener ninguna duda de que para mi, eres la persona más importante del mundo entero.
Cada día contigo es un aprendizaje, me haces ver el mundo de mil maneras diferentes, y cuando estamos juntos siento que todo lo demás desaparece. Amo descubrirlo todo a través de tus ojos porque es inspirador, y amo también la sensación de saber que estamos conectados, que tengo la suerte de poder vivir esto, de estar a tu lado, de acompañarte, de cuidarte...
Deseo que el entusiasmo, la alegría y la sensibilidad que tienes nunca desaparezcan, que sientas que confío en ti y que estoy aquí para apoyarte siempre que lo necesites.
Sé que tengo algunos defectos, pero también sé que con el tiempo podrás comprender que siempre lo hice lo mejor que podía, y que sentirás el amor que siento por ti en cada uno de mis actos. Quiero y siempre querré lo mejor para ti.
Cartas a mi hijo adolescente
Querer a un hijo es una experiencia que nos cambia profundamente. Gracias a tu nacimiento, me convertí en una persona menos egoísta y más generosa, porque de repente había alguien en el mundo que importaba mucho más que yo: ¡tú! ¡Gracias por todo lo que me has enseñado desde el primer día!
Con esta carta quiero decirte que sigo aprendiendo de ti, y que sé que ser adolescente no es fácil, pero lo estamos haciendo lo mejor que podemos, y es hermoso verte pasar por uno de los momentos más importantes de la vida. Deseo que aproveches cada experiencia, que te hará crecer como persona y definir tu propio camino. Un camino en el que yo estaré para ti, incondicionalmente.
Siempre intentaré comprenderte y apoyarte, y te aceptaré tal y como eres. Continua con esa motivación ante la vida, es algo esencial y te llevará allá a donde quieras llegar.
Hijo, puedes ser rebelde y hacer que me enoje contigo, pero te escribo esta carta para que sepas que admiro tu curiosidad, tu inteligencia y la pasión con la que afrontas la vida. Después de un día duro, no hay nada mejor que saber que regresaré a casa, te veré y sentiré que todo mi esfuerzo ha merecido la pena.
Espero que puedas aprender de mí y que yo pueda aprender de ti, para que podamos evolucionar juntos y entendernos cada vez más. Eres la razón de mi existencia y lo que siempre me da fuerzas para seguir adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Por ti me siento capaz de cualquier cosa, sólo ver la felicidad en tu cara ya me hace sentir bien.
No olvides nunca lo que vales, eres un orgullo para mí. ¡Te amo y te admiro!
Cartas a mi hijo mayor
Hijo mío, creciste rápido y te convertiste en un hombre maravilloso, inteligente y generoso. No importan las veces que pudiste equivocarte porque ahora estás aquí, llegaste lejos y sé que aún te quedan sueños por alcanzar. Te escribo esta carta con el corazón lleno de orgullo y admiración, con una felicidad infinita por tenerte, y por poder estar a tu lado.
Continúa tu camino siguiendo a tu corazón, siendo leal a los tuyos y fiel a tus principios y valores. Has demostrado mucho, y aunque sé que a veces la vida puede dar miedo, tu fuerza siempre lo superó. ¡Eres el mejor!
A mi hijo querido, un hombre ejemplar, valioso y luchador.
Eres mucho mejor de lo que podría haber soñado. Te quiero más que a nada en el mundo y no importa a donde vayas o el camino que tomes, que mi corazón estará siempre contigo, animándote a seguir adelante.
Aunque ya no eres un niño, no debes olvidar que aún me tienes aquí, mis brazos estarán siempre abiertos para abrazarte y darte cariño y consuelo. Rezo todos los días para que Dios te proteja de todo mal e ilumine tus caminos con mucha paz, felicidad, salud y plenitud. Para mí, no hay nada más importante que eso... ¡Te amo!
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